Los siete hervores del chocolate

Lejos de ser un simple compilado de anécdotas este libro -que para el autor es su biblia personal-, busca despertar cierta conciencia acerca de las realidades de la existencia, con sus penas y alegrías cotidianas, sin la pretensión que el lector encuentre verdades absolutas que no existen pero que, sin embargo, todos hemos buscado alguna vez. La prosa fresca y coloquial tiene por finalidad la búsqueda de un acercamiento con el lector, como si se tratara de una amena tertulia en la que se comparten diferentes puntos de vista y en la que en ningún momento el autor pretende imponer una manera de pensar o de actuar. Como se deja entrever en cada uno de los capítulos de esta obra, a pesar de que se puedan encontrar ideas que parezcan críticas, lo que se pretende es aportar soluciones positivas que ayuden al lector a enfrentar los problemas en vez de quedarse formando parte de los mismos, además de corroborar que hay diferentes prismas que nos ayudan a ver y analizar las circunstancias de la vida, en la certidumbre que el secreto del buen vivir radica -entre otras buenas costumbres-, en observar y escuchar con detenimiento todos y cada uno de los eventos del día a día.