Migrar al Perú y... No morir en el intento

Estoy seguro que libros testimoniales como este de Claudia Viveros Lorenzo, servirá para que los peruanos entendamos que las fronteras no separan a los seres humanos y los vuelven extraños y hasta enemigos o ingenuos, a los que se les puede maltratar o estafar. Los relatos calarán hondo en aquellos que ven al migrante como una competencia en el trabajo porque sabrán que en ellos prima un sentimiento de hacer las cosas muy bien, no solo por ellos y sus parejas, hijos o padres, sino también, para agradecer la oportunidad que tienen en un lugar que no es el suyo.