Don Quijote para empresarios

Tenemos entre manos un libro con enseñanzas, consejos, técnicas y hasta artimañas a las que un empresario puede recurrir para llevar a buen puerto su firma y todo lo que esta engloba, pero es necesario acotar que no solo se aplica a los menesteres de un empresario, sino al diario lidiar, es decir, a la vida misma. Ojalá tuviéramos más quijotes capaces de enderezar los cuantiosos entuertos que afligen y aniquilan a la humanidad.Bernardo Ahlborn ha sabido interpretar acertadamente la gran lección de esta novela imperecedera, que toda empresa entendida no solo como negocio sino como proyecto de vida, es fundamental que se le asuma con un objetivo claro, decisión e ilusión, como él mismo señala, y generosamente comparte con todos nosotros. Es verdad que todo el mundo tiene ilusiones, soñar es una forma de libertad y se es libre a través de la realización de esos sueños. Estos soñadores son los que abren caminos, los que marcan la pauta para que otros tomen la ruta, ¿acaso no tenemos a otros grandes que en su tiempo fueron señalados de locos o soñadores?, grandes visionarios fueron Julio Verne y Leonardo Da Vinci, por mencionar algunos pocos. Gracias al autor de este libro, al profundo conocimiento que tiene de la obra Cervantina, a su sensibilidad y las interesantes proposiciones prácticas que salen de su estudio, realmente nos encontramos ante una nueva visión, ante una nueva lectura de la obra de Cervantes.