Cruzando la luz

Podemos creer, o no, en la existencia de espíritus. Lo cierto es que el protagonista de esta novela fue acogido como un miembro más de una familia asesinada allá por los años cuarenta recién terminada la guerra civil española quedando atrapados en su propia casa a la espera de que alguien sin miedo a lo desconocido entrase a vivir en ella.Transcurridos setenta y ocho años, el protagonista ocupó la casa y al poco tiempo comenzó a ver fenómenos extraños sin dar importancia a los ruidos, cambio de muebles de lugar o a veces objetos que levitaban.Una mañana se le aparecieron los miembros de la familia al completo pidiéndole que fuese él quien se hiciese cargo de ayudar a descubrir la fosa donde estaban enterrados con el fin de darles digna sepultura y así poder descansar eternamente.