El jefe de Dios

Un joven que vive en un pequeño edificio de la ciudad experimenta un doble drama: por una parte sufre una confrontación entre sus inquietudes espirituales y su atracción mundana por el amor y el sexo, y por otra se siente obligadamente involucrado, lo mismo que el resto de sus vecinos y vecinas, en el atroz asesinato de Vera, una hermosa y casquivana vecina.Toda la casa se pregunta: ¿quién ha podido destruir la luminosa belleza de la joven?, ¿uno o una de nosotros o alguien de fuera? Se crea una sospecha mutua enrre la bibliotecaria, la prostituta, el pequeño empresario, sus dos hijos adultos, su esposa, el portero de discoteca y el comerciante, que es también la pareja de la muerta. Por su parte la policía sospecha de todos.Los pensamientos del joven discurren también por otro derrotero: ¿tenía razón su maestro, recientemente fallecido, cuando distinguía entre la existencia del mundo y su realidad, o entre lo manifiesto y lo no manifiesto? El joven sufre un choque tan intenso entre su deseo de espiritualidad y su tendencia mundana que se siente situado al borde del suicidio.Por fin se descubre quién asesinó a Vera, con ayuda de nuestro joven quién siempre gozó de la confianza de la policía y, además, éste disipa sus dudas, abandona un ofrecimiento de amor y sexo y se aferra a las palabras de su mentor: somos actores y espectadores de un teatro ficticio e interpretamos un guión de origen tanto externo como interno.