La hija del jardín

El joven italiano Massimiliano Damasceno recibe como herencia cinco libros que nadie ha logrado leer. Ese legado proviene de una tía a quien no conocía ni tenía noticias de ella, y cuya muerte es un espectáculo dado el óptimo estado de conservación de su cuerpo, varios días después del fallecimiento. El joven va obsesionándose con estos cuadernos, y sin llegar a ser venenosas, sus páginas desprenden una embriagadora sustancia. Todavía se obsesiona más al soportar ese fino narcótico impregnado en ellas. Alquila una pequeña casa de campo cercana a donde vivía su tía en Cisterna de Asti para transcribir esas páginas que se encuentran casi difuminadas, entre las cuales hay un secreto que se mantenía oculto desde hacía siglos, y desvela la forma, a través de una metamorfosis, para ser eterno.